La historia de Estonia cuenta con mujeres notables que desafiaron las expectativas sociales para seguir carreras científicas y académicas a finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque es necesario seguir investigando para conocer a fondo sus historias, recientes estudios han sacado a la luz importantes descubrimientos. . Por ejemplo, un estudio reciente de Janet Laidla (Universidad de Tartu) y Lembi Anepaio (Universidad de Tallin) ha identificado a más de 30 mujeres que obtuvieron el doctorado entre 1904 y 1939.
En el Imperio Ruso se permitió a las mujeres asistir a la universidad como oyentes desde 1905. Sin embargo, este privilegio fue revocado poco después aunque se establecieron cursos superiores para mujeres en todo el Imperio, incluido Tartu (Estonia). Estos cursos proporcionaban a las mujeres una educación tan buena, aunque sin el estatus oficial, como la que se podía obtener en la universidad, ya que contaban prácticamente con los mismos profesores. Muchas mujeres del Imperio Ruso emigraron primero a Zúrich y Berna, en Suiza, y más tarde a Alemania, donde se permitió a las mujeres defender sus títulos durante los primeros años del siglo XX. De hecho, Lea Gutkin-Chaikis está considerada la primera mujer de la actual Estonia que obtuvo un doctorado. Lea defendió su título de Medicina en 1904 en la Universidad de Friburgo (Alemania). Es importante señalar que, antes de la Primera Guerra Mundial, en el ámbito cultural alemán, el doctorado era el primer título universitario equiparable al título de grado en nuestros días, pero con una dificultad mayor. Volviendo al Imperio Ruso, es únicamente a partir de 1915 que las mujeres fueron finalmente admitidas como estudiantes de pleno derecho en sus universidades.
Marta Schmiedelhelm (1896-1981). fue una figura destacada en el campo de las humanidades. Marta se licenció en Filosofía en 1923 y se doctoró en Historia en la Universidad de Tartu en 1944, durante la ocupación alemana nazi. Ante la negativa de las autoridades soviéticas a reconocer su título, tuvo que defenderlo de nuevo en 1956. El papel de Marta como conservadora en el Departamento de Arqueología de la Universidad de Tartu ejemplifica su desafío a las normas sociales y su trayectoria pionera en el ámbito científico de principios del siglo XX.
Liidia Poska-Teiss (1888-1956) fue otra pionera de la ciencia estonia. . En su caso, se distinguió en el ámbito de las ciencias naturales. Liidia nació y creció en el seno de una familia privilegiada e influyente. Por ejemplo, su tío Jaan Poska fue el primer Ministro de Asuntos Exteriores de Estonia. Este ambiente familiar le proporcionó a Liidia el entorno ideal para desarrollar sus ambiciones académicas.
Liidia se matriculó en los Cursos Superiores Femeninos de Ciencias Naturales de San Petersburgo, donde se graduó en 1914. Durante y después de sus estudios empezó a trabajar, primero en un laboratorio como ayudante de histología y luego como asistente en el Instituto de Psiconeurología de San Petersburgo. Su investigación en estos primeros años de su carrera se centró en el proceso de formación de núcleos dentro de las células epiteliales situadas en la capa externa del tejido cardíaco. La Revolución Rusa interrumpió dichas investigaciones en San Petersburgo y Liidia Poska-Teiss regresó a Estonia. En mayo de 1919, Liidia escribió una carta dirigida a la Universidad de Tartu, en la que explicaba que deseaba continuar sus investigaciones en histología y, en septiembre de ese mismo año, consiguió un puesto en la universidad como ayudante de la cátedra de Zoología.
Lidia defendió su tesis doctoral en la Universidad de Tartu en 1930 abordando debates sobre la persistencia cromosómica. A pesar de los avatares políticos, en 1939 fue nombrada profesora adjunta de histología. Su carrera profesional sufrió interrupciones durante las ocupaciones soviéticas y alemana, y en 1944 se convirtió en profesora del Departamento de Darwinismo y Biología General de la Universidad de Tartu. Su campo de investigación la convirtió en blanco de ataques ideológicos durante las campañas estalinistas, lo que le causó estrés en sus últimos años. No obstante, inspiró a muchas discípulas, contribuyendo al reconocimiento internacional de la investigación estonia en biología celular y molecular.
Nos gustaría hablar, por último, de Hilda Taba (1902-1967). Hilda fue una influyente educadora y teórica del currículo estonio-estadounidense que viajó a Estados Unidos a principios de los años veinte gracias al programa de becas Rockefeller. Durante su estancia en Estados Unidos, Taba prosiguió sus estudios y obtuvo un máster en el Bryn Mawr College y un doctorado en la Universidad de Columbia. En 1930 presentó su candidatura a catedrática de la Universidad de Tartu, pero no fue elegida. Aunque no hay pruebas claras, los indicios apuntan a que se trató de una discriminación por causa de género. Hilda Taba regresó a Estados Unidos donde continuó su carrera académica e hizo importantes aportaciones al campo de la educación.
El trabajo de Hilda se centró principalmente en el desarrollo curricular y las estrategias de enseñanza. Hilda desarrolló un método para enseñar y acercarse al alumno. Su método, conocido como el Método Taba, consta de una serie de pasos que incluyen el diagnóstico de las necesidades del alumno, la formulación de objetivos, la organización del contenido, la selección de experiencias de aprendizaje y la evaluación de los resultados. El enfoque de Taba hace hincapié en la importancia de comprender el desarrollo cognitivo de los alumnos y adaptar el plan de estudios a sus necesidades.
A lo largo de su carrera, Hilda Taba ocupó diversos cargos académicos, entre ellos como docente en la Universidad de Columbia y como consultora curricular para escuelas y organizaciones educativas. Es autora de varios libros y su obra ha tenido impacto en la teoría curricular y las prácticas educativas, influyendo en educadores de todo el mundo.
Con este pequeño blog queremos reivindicar la necesidad de seguir investigando para reconocer plenamente el legado de las mujeres estonias en la investigación, reafirmando nuestro compromiso con la igualdad de género en la ciencia. Esperamos que el ejemplo de estas mujeres, su determinación y resistencia continúen inspirando a las generaciones futuras.
Referencias
Este texto se basa parcialmente en los siguientes artículos y conversaciones privadas con Janet Laidla.
- Laidla, Janet; Anepaio, Lembi (2024). Esimesed doktorikraadiga naised tänapäeva Eesti aladelt [The First Female PhDs from the Present-day Estonian Area]. Õpetatud Eesti Seltsi aastaraamat / Annales Litterarum Societatis Esthonicae, 28−67.
- https://novaator.err.ee/1609218891/eesti-esimestest-naisdoktoritest-said-eeskatt-arstid-ja-opetajad
- https://feministeerium.ee/kes-oli-esimene-doktorikraadiga-eestlanna/
- https://doi.org/10.15157/tyak.v0i47.1618
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8132528/
- https://www.britannica.com/biography/Hilda-Taba
Un agradecimiento especial a Maarja Eskla y María Benito por la redacción del texto, y a Virginia Rapún Mombiela y Guillem Castañar Rubio por pulir las versiones del texto en español e inglés.